¿…Cómo empezar? Hasta hace unas semanas no recordaba cuán valiosa soy. No es mi intención que me imagines altiva, sino hacer énfasis en las cualidades que Dios nos ha dado y que nos hacen tan apreciados por todos, pero que, en ocasiones, nosotros somos los últimos en notarlas. Por ejemplo:
- Tu risa a carcajadas.
- Tu combo de ocurrencias gracias a tu humor tan peculiar: bobo, sarcástico, socarrón…
- Tus recomendaciones de películas, series, caricaturas, música…
- Tus atenciones con los demás.
- Ese gesto que haces cuando observas un menú, cuando olvidas algo o cuando estás poniendo
- atención.
- Lo que te hace llorar, enojar o doblarte de risa.
- ¡La razón que te hace querer cambiar el mundo cuando apenas te levantas!
Una creación admirable
Todas esas cualidades que posees te hacen una creación perfecta a los ojos de Dios porque, ¿quién más tendrá esas hermosas características? El día de hoy, vengo a echarte flores, voy a halagarte, pero lo más importante: quiero que recuerdes que es Dios quien te ama tanto, que te hizo una creación admirable.
¿Porqué notamos nuestras cualidades hasta que alguien más las aprecia, cuando Dios fue quien se tomó el tiempo para crear cada detalle tuyo? Se siente genial cuando alguien te halaga pero, así deberíamos sentirnos siempre, estar conscientes de cuánto nos ama Dios, ¿no lo crees? Ahora, dejando de lado que acabas de percatarte de que eres la octava maravilla, Dios te hizo tan genial, tan capaz, tan hermoso y perfecto… ¡Para honrarlo a Él! No para que te hinches como ave de ornato en cortejo cuando alguien te hace un merecido halago. Ya te imaginé, ¿eh…?
Imagina que eres el lápiz HB más bello, ergonómico y funcional, hecho con madera que no se astilla y la mina más resistente para hacer los mejores trazos, pero quien logrará hacer perfectos estos trazos es Dios cuando te tome y comience a utilizarte… Así que, permite que Dios te haga un instrumento suyo para su honra y gloria.
Ahora ¿tú crees que Dios va a permitir que alguien lastime a su hijo consentido? Por supuesto que no. Sin embargo, debes cuidar tu corazón a cada momento. Guárdalo para esa persona idónea que Dios también ha hecho con tanto cuidado para que el momento preciso, en que sepan cuán valiosos son por ser hijos de Dios, además de buenos siervos, estén listos para reconocer las cualidades del otro. Tu identidad está en Cristo, no en la
apreciación de la gente.
Bueno, mi querida creación admirable, que Dios te utilice y te sorprenda. ¡Ah! Y lee el Salmo 139 completo diario para que confirmes cuánto te ama Dios.
¡Te alabo porque soy una creación admirable!
¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! Salmo 139:14
¡Bendiciones!
Mar Castillo
Mayo 2016.